Si las videoconferencias no terminan de triunfar es, entre otras cosas, porque no son tan inmediatas como un chat. O al menos así era hasta que han surgido aplicaciones web tan sencillas como TinyChat.
Tengas o no una cuenta en TinyChat, en segundos podrás crear una sala donde hablar con quien tú quieras mediante texto, voz o vídeo. Además, podrás compartir capturas de tu Escritorio o dibujar en una pizarra colaborativa. Lo mismo o más que si usaras Skype.
La calidad de vídeo de TinyChat no es precisamente su punto fuerte, pero es comprensible cuando la aplicación alberga más de una docena de personas simultáneamente.
Además de los salones privados, TinyChat cuenta con una galería de salas públicas de videochat. Ideal para conocer gente de todo el mundo, siempre que merezca la pena.